Clinique Happy

Un editor de Vogue fue en su día el impulsor de la creación de Clinique en 1968. Le planteó al dermatólogo Norman Orentreich la sensata pregunta de si la piel puede volverse más bella a través del cuidado de la piel. Norman Orentreich respondió afirmativamente y utilizó su propia respuesta como impulso para desarrollar un cuidado de la piel sofisticado y bien tolerado. Como filial de Estée Lauder Companies, Clinique sigue siendo fiel a esta afirmación a día de hoy. Todos los productos están dermatológicamente testados, probados contra alergias y 100 por cien libres de fragancias. Se han realizado más de seis millones de pruebas desde la fundación de la empresa, y constantemente se añaden otras nuevas para seguir siendo fieles a sus propios estándares.

Clinique Happy Fragrance Body Spritz

Happy, la fragancia femenina más vendida de la marca, no sólo es popular como perfume. Ahora también está disponible como spray corporal que envuelve a su portadora en una fresca fragancia cítrica durante horas. No sólo el frasco decorativo promete placer, sino también la composición de las fragancias. Al igual que en el perfume, la nota de fondo de la fragancia en spray corporal la aporta el almizcle. La nota de corazón está acentuada por la orquídea del rocío matutino, el lirio y la magnolia, que se despliegan tras la primera impresión de la nota de salida de pomelo rojo rubí y mandarina. Unas cuantas bocanadas del frasco con bomba bastan para hacer honor al nombre de la fragancia, Happy.