Termina el día con una rutina relajante

Aprovecha la tarde para darte un baño caliente con sales o bombas y mima tu cabello con una mascarilla nutritiva. Si no tienes bañera o simplemente te gusta más ducharte, puedes sustituir este paso por unos minutos de relajación con agua caliente bajo la alcachofa de ducha. Para que el ambiente sea aún más agradable, enciende una vela aromática o pon tus aceites esenciales favoritos en el difusor para llenar tu cuarto de baño con una fragancia relajante.

Si además de la mente, también quieres relajar el cuerpo, puedes incorporar sencillos ejercicios de yoga o estiramientos a esta rutina. Estos movimientos conscientes te ayudarán a olvidarte del estrés del día.
Después prepárate una taza de té relajante (como el de lavanda o una manzanilla), y mima tu piel con una mascarilla facial. Aprovecha este tiempo para conectar contigo mismo, escribiendo tus pensamientos y sentimientos en un diario, por ejemplo. Este momento te ayudará a terminar el día de una forma tranquila y relajada para disfrutar de un sueño reparador.

Esta rutina de tarde es ideal para regalarte el descanso y cuidado que te mereces al terminar el día. Además, lo mejor de todo es que la puedes adaptar a tus necesidades y preferencias.