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Vitamina C

Un aporte suficiente de vitamina C en el cuerpo ofrece numerosas ventajas, entre ellas la absorción del hierro y la regeneración de los tejidos. Estas ventajas son directamente visibles en la piel. Sin embargo, a menudo nuestra alimentación no aporta la vitamina C que nuestro cuerpo necesita. La vitamina C tiene un potente efecto antioxidante, estimula la formación de colágeno de la piel e iguala la pigmentación. La formación de colágeno es esencial para la piel. Sin él, la piel queda flácida y pierde su elasticidad. Además, tiene un efecto antiinflamatorio, por ejemplo, para el acné. Los antioxidantes se encargan de que los agentes nocivos como la radiación UV o el estrés no dejen huella en la piel. Por eso, no es de extrañar que la vitamina C sea el ingrediente central de muchos productos cosméticos, ¡y es que promete una piel joven y radiante!

¿Cuáles son las propiedades de la vitamina C, que la convierten en la protagonista del sector cosmético?

La vitamina C acelera la producción de colágeno y, por lo tanto, hace que la piel esté firme, lisa, joven y radiante.
La vitamina C estimula la curación de las heridas. Despídete de las manchas oscuras, las cicatrices endurecidas y siente cómo se reducen de forma homogénea las cicatrices del acné.
Como ya hemos mencionado, la vitamina C estimula la producción de colágeno. En este paso se trabajan positivamente las arrugas y las líneas de expresión: la vitamina C tiene un efecto potentísimo contra el proceso de envejecimiento.
Cuando se utilizan productos con vitamina C, las sustancias nocivas provocadas por la contaminación ambiental no pueden dañar tu piel. La vitamina C tiene un efecto preventivo y no deja ninguna opción a los radicales libres.
Las cremas con vitamina C alivian la inflamación de la piel y pueden reducir sus impurezas.
Neutraliza el efecto de la nociva radiación UV y protege tu piel del fotoenvejecimiento.
Contribuye a prolongar la durabilidad de los productos cosméticos.

Nuestras recomendaciones

Origen

El ácido ascórbico protege los productos cosméticos de su deterioro al entrar en contacto con el oxígeno. Además, la vitamina C reduce el estrés oxidativo de la piel. Si en una célula se acumulan demasiados radicales libres, puede ocurrir que la célula se deteriore o incluso se destruya. Esto hace que la piel envejezca con mayor rapidez.

¿De qué otras formas se puede absorber la vitamina C? La vitamina C se encuentra en las frutas y verduras. Los frutos rojos, el pimiento rojo y el brócoli tienen una gran cantidad.

Aplicación

En la cosmética, la vitamina C se conoce como ácido ascórbico. Existe una distinción entre la forma pura y los derivados. Algunas formas conocidas de derivados son, por ejemplo, Ascorbyl Glucoside y Magnesium Ascorbate. Así, la vitamina C está presente en cremas, sérums y protectores solares.

1. Crema hidratante: al utilizar a diario una crema hidratante con vitamina C, favorecerás la producción de colágeno, conseguirás una piel sin arrugas y trabajarás en ella de forma preventiva.

2. Sérums: los sérums cuentan con una concentración mucho más alta que una crema hidratante y se caracterizan por actuar de forma completa en todas las capas de la piel. Por lo tanto, los sérums que contienen una mayor dosis de vitamina C son más eficientes en la prevención de los radicales libres y en la reducción del envejecimiento. Lo ideal es introducir el sérum en tu piel con un suave masaje cada día, antes de aplicar la crema hidratante.

Nota

Recomendamos usar la vitamina C en cualquier persona; sin embargo, las pieles más sensibles deben emplear un derivado (un producto menos concentrado) en lugar de la forma pura.