¡Comienza el día con una refrescante rutina matutina!

Primero, limpia suavemente tu rostro para deshacerte de las impurezas y despertar tu piel. A continuación, hidrata y protege tu piel aplicando una crema de día y un protector solar.
Ahora respira hondo para despejarte y recargar las pilas. Mira a un espejo que tengas cerca y haz afirmaciones positivas: céntrate en pensamientos alegres y frases bonitas que mejoren tu confianza y autoestima.

Gracias a esta breve y sencilla rutina, podrás empezar el día con energía y confianza.