Luvia Cosmetics Face brush

Acabado impecable con la brocha para polvos 208 - Candy de Luvia Cosmetics

La brocha para polvos 208 Powder Brush - Candy es la herramienta perfecta para una tez suave y uniforme. Diseñada para una aplicación de polvos impecable, esta pincel facial de alta calidad garantiza un difuminado sin esfuerzo y un acabado natural en todo momento. Fabricada con cerdas veganas ultrasuaves, la brocha facial Luvia Cosmetics recoge los polvos sueltos o compactos con precisión y los distribuye uniformemente. El cabezal redondeado de tamaño generoso proporciona una cobertura total y es ideal para fijar el maquillaje o aplicar polvos de acabado. El mango ligero y ergonómico permite máximo control y comodidad durante la aplicación. Tanto si quieres conseguir un acabado mate como realzar el brillo de tu piel, la brocha para polvos 208 - Candy de Luvia Cosmetics garantiza unos resultados uniformes y de calidad profesional. Su diseño elegante y sus materiales duraderos la convierten en un producto imprescindible tanto para los amantes de la belleza como para los profesionales. Mejora tu rutina de maquillaje con la brocha versátil que combina estilo y rendimiento. Perfecta para todo tipo de pieles, la brocha facial Luvia Cosmetics es la herramienta de maquillaje perfecta para conseguir un efecto aerógrafo uniforme que realce cualquier look. La brocha para polvos 208 - Candy es una compañera fiable que te ayudará a conseguir un cutis impecable en todo momento.

Las brochas para polvos son fáciles de usar: Presione suavemente la brocha en la polvera y déjela circular con suavidad. El movimiento circular hace que la brocha recoja las partículas de polvo de manera uniforme. Para eliminar el exceso de polvos, golpee ligeramente la brocha y gírela brevemente en la palma de la mano. Ahora puede aplicar los polvos sobre la piel desde el centro del rostro.
Después de la aplicación, golpee la brocha a fondo para eliminar los restos grandes. Lave la brocha con una pequeña cantidad de champú para bebés y agua al menos cada dos o cuatro semanas. Exprima bien la brocha en el agua del champú hasta que no salgan más restos de color.